¿Quién no ha echado la vista atrás alguna vez y se ha sentido mal o culpable por no haber hecho las cosas de otra manera en el pasado con los hijos, la pareja, los padres, los jefes, los compañeros de trabajo, con una misma…?

Lo hacemos lo mejor que podemos en el momento en el que estamos.

La visión y los recursos de ahora tenemos no son los de entonces.

Esta reflexión nos ayuda a ser más comprensivos con nosotras mismas y más empáticas con los demás.

Respetemos nuestros tiempos (¡y los de los otros!), cada etapa en la vida nos trae aprendizajes.

Recordamos lo que realmente ya sabemos en nuestro interior y que ha ido quedando silenciado por temas culturales principalmente, sobre todo si eres mujer, y por hechos que nos han acontecido en la vida y que nos han marcado como personas.

La clave: bajar el nivel de autoexigencia y vivir el momento presente sin lamentarse ni fustigarse.

Dejemos los “¿por qué estuve años sin darme cuenta de que…?, ¿por qué ha tenido que pasar tanto tiempo para que…”, “he desaprovechado un tiempo precioso y no me di cuenta de que…”.

Y de golpe, cuando tomas una nueva consciencia, quieres comerte el mundo, y es normal, invertir tu tiempo en lo que realmente te gusta, cuidarte mejor y mimarte, mejorar la relación de pareja (si tienes), ser aún “mejor” madre (y abuela!)…

Ilusiónate, no te presiones, disfruta del camino y de las personas que te vas encontrando en él, a ti la primera.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s